Normalmente utilizamos los términos dolor de garganta, faringitis y amigdalitis indistintamente, pero hay que tener claro que no son la misma cosa.
Hoy vamos a intentar explicaros las diferencias, Amigdalitis se refiere a las amígdalas que están inflamadas. Hablamos de Faringitis cuando es una infección causada por un tipo específico de bacteria, en este caso estreptococo. Otras causas de dolor de garganta son los virus, y estos solo pueden causar inflamación de la garganta alrededor de las amígdalas pero no de las amígdalas en sí.
Lo más normal es que en bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar, la causa más frecuente de dolor de garganta sea una infección viral. En este caso no se necesita ninguna medicina específica cuando el responsable es un virus, y el niño debería mejorar en un período de siete a diez días.
La mayoría de infecciones de la garganta son contagiosas, transmitiéndose principalmente por el aire en pequeñas gotas de humedad o en las manos de los niños o adultos infectados. Por esa razón, tiene sentido mantener a tu hijo alejado de las personas que tienen síntomas de esta afección. Sin embargo, debes saber que la mayoría de personas son contagiosas antes de que los primeros síntomas aparezcan, así que realmente no existe una forma práctica de evitar que su hijo se contagie de la enfermedad.
En el pasado, cuando un niño tenía varias infecciones de garganta, era probable que se le sacaran las amígdalas en un intento por evitar más infecciones. Pero esta operación, llamada amigdalectomía, ahora solo se recomienda para los niños sumamente afectados. Incluso en los casos difíciles, donde hay infecciones repetidas, el tratamiento con antibiótico suele ser la mejor solución.